Claudio Golonbek

El sábado 15 de agosto recibimos la visita de Claudio Golonbek, economista, autor del libro Guía para invertir en el mercado del arte contemporáneo argentino (Rizzo Patricia Editor, 2002) y director de Proyecto A. En una riquísima charla de dos horas, Claudio nos deleitó a estudiantes, egresados y miembros del staff con una explicación precisa y ejemplificada. ¨Nadie puede decir nada de una obra -refiriéndose al valor de la misma- sin conocer algo de la vida del artista¨. Para sostener su drástica afirmación Claudio relató la historia del cuadro azul de Yves Klein (pintor que patentó el color del mismo como International Klein Blue). Así mismo dijo ¨es importantísimo evaluar el riesgo estético de la obra. Esto implica” -explicó- “evaluar su originalidad y desafío respecto de lo producido hasta la fecha, considerar la técnica y el formato utilizado, entender el sentido y objetivo de la pieza¨. En este punto nos habló del migitorio de Marcel Duchamp entre otros ejemplos. Finalmente hay que considerar el valor visual de la obra, es decir la obra en sí. En este sentido es cada vez más importante el análisis del desarrollo conceptual de la obra. Dada la enorme cantidad de producciones existentes, este elemento es el que finalmente hace muchas veces la diferencia. Considerando todos estos factores podemos definir el valor simbólico de una obra. El precio de la misma variará según el mercado tenga o no una demanda importante de la misma y esto tiene que ver con cómo la sociedad aprecie en ese momento la producción de este artista. Muchas veces el “gusto atrasa”, es decir que los artistas en su época no venden bien sus obras, las venden baratas porque nadie las quiere o aprecia lo suficiente. En general tiempo después, a veces luego de estos fallecidos las obras se aprecian enormemente. Sin embargo no todas las obras baratas son la obra de un futuro gran artista, algunas son baratas porque son malas y otras porque el artista luego no continuó con su carrera. Para saber si estamos frente a un futuro gran artista, ¨yo considero fundamental evaluar la opinión que artistas consagrados tienen de sus obras, analizar cuáles son sus grupos de pertenencia y su lugar de formación”. Cada vez pesan más los estudios formales en el desarrollo de la carrera de un artista y sin dudas el mejor lugar para estudiar es Yale. Sin embargo, rescató el valor de los espacios de formación gratuita, como el caso del IUNA en nuestro país.